lunes, 4 de febrero de 2008

Bitácora del Capitán /05: La Sentencia.


“El Capitán K’o había agachado una vez mas la cabeza sobre la barra del Barastral, bebió de un sorbo la quinta botella de Ron puritano, hasta que el alcohol quemara su garganta, hizo una mueca absurda para cuadrar los músculos de su cara, y luego de quedarse un largo rato en la misma posición, sin mirar, y sin hablar, con la barbilla apoyada en sus puños y los codos angulados sobre la mesa, se levantó, pasó su mano acariciando los duros pelos de aquella barba de 3 días características de su fuerte mentón, y se retiró.
Aquella caricia (realmente no lo fue) se superpuso al recuerdo de sensaciones hostiles e inútiles, y reafirmó su estúpida decisión. Prendió el último cigarro de la noche, pensó que ella ya no se lo arrebataría de la boca para besarlo y salió por la misma puerta por donde había entrado hace ya algunos años. El paso de su imagen en cualquier recuerdo ajeno lo desnudaba, lo vulneraba. Pero las reflexiones despiadadas le habían dado una respuesta, quizás, nunca con tanto encono, pero una respuesta al fin y al cabo.

Emprendió así su cruzada de liberación, la rigurosa maquina de su vida, y para poder hacerlo satisfactoriamente, debía desunir el presente del futuro, asesinar a los dioses que predestinaban su camino, para que nadie volviera a tocar la puerta del Corazón de Oro en nombre de sus sentimientos. Se vio entonces como era. Un lanzador de puñales miope. Y se alistó para asesinar a sus dioses, uno por uno, en sus propios dominios, en una guerra solo acompañado por sí mismo.

Cubrió su cuello de colmillos y collares, adornados con piedras, huesos, cuero y símbolos cósmicos, hasta que las cicatrices en su pecho quedaron ocultadas entre tantos fetiches.”

3 comentarios:

Arochas dijo...

Y el anciano penso solitario, en la húmeda oscuridad de su celda...

"Preveo el nacimiento de una saga... De las manos de un joven maestro renacera aquella semilla creativa, que los antiguos trovadores de las Tierras Epicas poseian...

La Verba dijo...

Es una manera de entenderse. De pensar. No comrpenderías cuánto te comprendo en tu literatura.
El ron que te quema la garganta noe s mero detalle, ese si que no. Los fetiches tampoco.

Scarecrow dijo...

Me gusto realmente lo que escribiste. Y lo del ron,..esa cosa te quema por dentro acvsfsgac

un gusto leer esto sr de diseño emergente! (:
ajajja
nos leeemos por aca ^^